03 enero 2011

8 claves para mantener viva la pasión...después de MOU


1.     Haz un plan de lectura diario de la Biblia.
No olvides que la palabra de Dios es el alimento más importante del día (no era el desayuno como algunos pensaban). Es una muy buena idea buscar algún amigo o amiga, y realizar esta lectura diariamente. Así, se pueden animar en el progreso y contar mutuamente las observaciones o dudas que vayan teniendo.
2.     Cultiva una disciplina de oración:
Sé que hablar de disciplina puede sonar muy aburrido, pero sin ésta no llegaremos a ninguna parte en nuestro crecimiento espiritual. No te afanes con cumplir con largos períodos de oración. Puedes comenzar con una “oración sencilla” (de una sola frase) y luego avanzar poco a poco a tiempos más extensos. (esto es como el entrenamiento para una maratón, comienzas con pequeños trotes y luego ni te darás cuenta cuando este corriendo kilómetros) Puedes hacer un listado con las personas o situaciones por las cuales estás orando y posteriormente escribir el avance que hay en cada caso. También puedes programar la alarma de tu celular para que suene cada 1 hora o cada 2 y así “auto-recordarte” de hacer una oración en ese momento (no importando lo que estés haciendo), esto puede ser muy emocionante y desafiante. (más aún cuando estás conversando con alguien…)
3.     Busca un cristiano maduro al cual rendir cuentas
El cristianismo no es para “llaneros solitarios”. Debemos aprender a vivir en comunidad y cuidarnos, exhortarnos y animarnos unos a otros.  Busca algún líder o amigo maduro en tu iglesia al cual puedas acercarte y contar tus luchas, triunfos, derrotas y sueños. No estoy hablando de buscar consejería, sino de solamente apoyarse mutuamente. Yo recomiendo que sean personas del mismo sexo. De todos modos, antes de hablar con alguien y comprometerte a rendir cuentas, habla y pídele consejo a tu Pastor en relación a esta decisión.
4.     No comiences a criticar tu iglesia, únete a lo que Dios ya está haciendo en ella
Una tendencia que tenemos como jóvenes es querer transformar todas nuestras experiencias personales en dogma o leyes para los demás. Dios ya está moviéndose mucho antes que tu y mucho más sabiamente que tú. Si tu iglesia no está tan movilizada a la evangelización comienza a orar primero para que tú seas modelo en tu vida de esto. No necesitas de un programa para evangelizar, lo puedes hacer en cualquier lugar. Tampoco necesitas ser nombrado como evangelista para comenzar a compartir las buenas nuevas. Si eres cristiano, el Espíritu Santo esta en ti, y eso es más que suficiente. Si tienes algunas inquietudes específicas conversa con tu pastor y empápate de su visión. Puedes aprender mucho en estas conversaciones. Pregúntale a tus pastores y líderes acerca de cómo te puedes sumar al plan de evangelización de la iglesia. Si no existe, ofrécete para servir en lo que sea y sigue predicando en tu círculo de amigos.
5.     Mantente atento a tus luchas personales
Si antes de MOU estabas luchando con una tentación esta no desaparecerá después del evento. Tal vez debes cortar con algunas amistades, prácticas o hábitos que te tienen acorralado. El enemigo estará atento y buscará la mejor manera de acerte caer (1 Pedro 5:8). Sé más astuto. No te creas fuerte ni super dotado. Arranca de los lugares en los que previamente eras tentado. Si debes ser radical, hazlo. Esto fortalecerá tu vida espiritual. Si sientes que el pecado esta ganando la batalla, no tengas miedo en acercarte a tus pastores y buscar consejo y apoyo.

6.     Sigue compartiendo las buenas nuevas
No es necesario tener una polera para esto. Comienza con los más cercanos (familia, amigos, compañeros). Generalmente esto produce más temor (ya que es la gente que te conoce más de cerca), pero la influencia puede ser mucho mayor y más profunda. Por esto es importante que tus cambios se noten y seas distinto…de manera radical. Atrévete también a hablarle de Cristo a personas desconocidas: al que va sentado al lado en el bus, en el metro, a la cajera del supermercado, a alguien en la plaza. Dios te guiará, solo haz el intento.
7.     Busca la llenura del Espíritu Santo
Sin una relación continua con el Espíritu Santo, estamos perdidos en la vida cristiana. (Efesios 5:18) Esto significa una búsqueda permanente y más allá de las ganas del momento. El Espíritu Santo es una persona y debemos buscar cada día más cercanía con Él. Si perseveras, poco a poco verás que el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22) comienza a dar a luz en tu vida y como consecuencia comenzarás a influir en tu medio-ambiente.
8.     Y por último, cultiva amistades con jóvenes que estén apasionados como tu
No hay nada mejor que invertir tu juventud en Cristo y no hay nada mejor que compartir esta pasión con otros. Si hay otros jóvenes en tu iglesia que estuvieron en MOU o que vibran con compartir las buenas noticias, únete a ellos y comiencen a orar juntos. Anímense unos a otros y contagien a otros que pueden estar un poco dormidos. No es la idea aquí de crear una grupo cerrado. Al contrario, deben ser los más enfocados en los demás. Pero recuerda lo poderoso de lo que nos dijo Cristo Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. “ (Mateo 15:19-20). Aprovecha tu juventud para nadar contra la corriente y decir con fuerza que “vale la pena vivir porque la vida es Cristo”

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