Púlpitos Posmodernos - Daniel Nájar

El siguiente es un artículo que me pareció excelente en relación a como compartir la Palabra de Dios a esta generación. Espero les sea de utilidad. Fue publicado en el Grupo Liderazgo Emergente de Facebook

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Por Daniel Nájar
najardaniel@hotmail.com

Hace pocos años el pastor Roberto se acercaba al púlpito y en cuanto la gente lo veía los cuchicheos paraban y el silencio reinaba. Observaba a la congregación y al abrir su Biblia, todos lo imitaban rápidamente. Leía un pasaje con toda la gente de pie y después de una breve oración comenzaba su mensaje con una introducción y después tres puntos con sus respectivas evidencias, concluía y aplicaba. Todo esto duraba unos 45 minutos y las personas atentas aceptaban su exposición. Incluso al salir le felicitaban por el mensaje.

El domingo pasado Roberto llegó frustrado a su casa después del culto. Se dejó caer en el sillón, echó la cabeza para atrás y aflojó los brazos. Su hija de 16 años lo vio e hizo una mueca para compartir sus sentimientos. –No entiendo qué pasa hija. Comentó. Ella titubeó y finalmente se atrevió a decir: –Es aburrido papi. Se necesita otra cosa. Esa noche no dejaba de pensar. ¿Otra cosa? ¿Acaso la Palabra no es suficiente? Finalmente yo predico la Biblia, se decía así mismo.

Miles de pastores al igual que Roberto, sienten durante su predicación los estragos del cambio cultural que se ha dado en el mundo, especialmente entre los menores de 30 años que parecen no estar interesados en la Biblia como lo estuvieron sus padres y abuelos. No logran la conexión, se distraen, los temas parecen no llamar su atención y a los 15 minutos su cara refleja el fastidio del ritual por el que cada semana deben pasar. Seamos honestos, ¡nuestra predicación no está cautivando a las nuevas generaciones! Muchos de esos pequeños que un día corrieron a su salón de escuela dominical, se van de la Iglesia antes de cumplir los 18 años, no quieren más sermones. Ni hablar de los que nunca han venido. ¿Qué podemos hacer?

Soy predicador desde hace 20 años y maestro de Homilética, pero de un tiempo para acá he tenido que replantear el futuro de mi exposición. Al dirigir el ministerio Liderazgo Emergente, (1) he estudiado el cambio generacional y pensado mucho en nuestras estrategias y estilo al predicar y quiero compartirle 5 ideas para que tenga una predicación relevante en la era posmoderna.

Piense en Mosaico
Si el propósito de la predicación es aplicar la Palabra de Dios a la vida, entonces necesitamos puentes eficaces para conectar con el corazón de la gente. Este proceso de comunicación requiere que entendamos la forma en que las personas reciben y procesan la información.

En las generaciones Silente, Baby Boomer e incluso los Buster de mayor edad (2) prevalece el “pensamiento lineal”. Esta forma de pensar recibe y procesa la información en forma ordenada, de mayor a menor, de positivo a negativo. Es secuencial y lógica. Esta forma de pensar ha sido base para el método científico y en general para el pensamiento moderno que prevaleció durante más de 300 años. A ello debemos que la estructura de un sermón tradicional se base en introducción, puntos, conclusión y aplicación.
Sin embargo, a partir de la década de los 90´s la cultura posmoderna ha impulsado un modelo nuevo conocido como el “pensamiento mosaico”, el cual presenta la información y acepta que se decodifique en forma aleatoria. Estímulos de diferente tipo, origen y destino, se reciben y procesan sin un orden aparente. La generación “Y”, también conocida como “Mosaico” (precisamente por este asunto), es experta en esta forma de pensamiento. Son menores de 25 años sobre estimulados y con rápida capacidad de reacción, que captan, clasifican, desechan ó conservan información sin parar. No ven la vida bajo un “orden lógico”, sino crean una realidad lógica para ellos, a partir de los estímulos que reciben

Comunique en forma multisensorial
El detonador del “pensamiento mosaico”, ha sido el bombardeo de estímulos que la cultura actual hace a nuestra mente. La generación Silente fue primordialmente auditiva. Crecieron con la radio y por lógica sabían escuchar mejor y su meditación contemplativa era más profunda. Los Baby Boomers abrieron la caja de Pandora con el uso de la televisión y se convirtieron en una generación visual. Los Busters llevamos los mensajes visules-auditivos a su punto más alto con la publicidad y el cine. Pero los Mosaico son una generación multisensorial. Ellos usan por ejemplo, teléfonos multifunciones con los que interactúan, táctil, visual y auditivamente al mismo tiempo. Trabajan, juegan y se relacionan por Internet en tiempo real y responden rápida y multisensoralmente a esos estímulos.
¿Se da cuenta que la predicación clásica fue diseñada por y para Silentes? Si usted prepara su mensaje con un bosquejo en “pensamiento lineal” y lo expone verbalmente dirigiéndose solo al oído, no le extrañe que las nuevas generaciones estén desconectadas a los diez minutos.
Una respuesta a esto es el uso de la tecnología. Si queremos conectar con las nuevas generaciones desde el púlpito, necesitamos usar la computadora, el videoproyector, notas de resumen en mano y ¿por qué no?, la web en tiempo real. Los niños que usan pizarrón electrónico desde la primaria y los jóvenes que entregan sus tareas por Internet, no le perdonarán un mensaje sin tecnología los próximos años.

Agilice su estructura narrativa
Para este punto usted ya tiene razones suficientes para comenzar a cambiar su estilo de predicación, pero la verdad es que hay más. La televisión y especialmente el cine han cambiado su estructura narrativa los últimos 20 años. El punto clave es que la forma en que se cuentan las historias es mucho más ágil, su ritmo es tan veloz que presenta un clímax cada diez minutos. Los Busters y los Mosaico están acostumbrados a esta velocidad. En contraste con esto, la estructura narrativa de un sermón tradicional cuenta con ¡un solo clímax y al final! Luego de cuarenta minutos de prédica cuando la mente de sus escuchas ya está en otro planeta, usted intenta aplicar una verdad. Creo que en 9 de cada 10 casos no lo logrará.

Es cierto que “la Palabra es viva y eficaz” (3) y gracias a ello es que todavía podemos ver algo de resultado semana a semana, pero si somos honestos, veremos que entre los más jóvenes la comunicación es cada vez más estéril y esto no es un problema de la Biblia, sino del expositor. No es un asunto de fondo sino de forma. Como dice Rick Warren, el mensaje nunca cambia, pero la manera en que lo presentamos debe cambiar según las circunstancias.
Una manera práctica de mejorar su estructura narrativa es haciendo que cada uno de sus puntos sea una aplicación en sí misma. Convierta sus puntos en clímax a lo largo del sermón.

Impulse el lado derecho del cerebro
Según estudios recientes, los muchos años de desarrollo científico de la era moderna dejó como herencia que las generaciones anteriores desarrollaran más su hemisferio izquierdo del cerebro que es el encargado del desarrollo lógico de la vida. De hecho nuestros modelos educativos se han enfocado por años al desarrollo de teorías y la comprobación de tesis. Una vez más, esta tendencia ha cambiado los últimos años. Los niños que han interactuado de forma multisensorial con los medios (por ejemplo con sus videojuegos), han desarrollado más su lado derecho del cerebro que es el encargado de la creatividad. Quizá aquí también hay una respuesta de porqué las mujeres tienden a un mayor desarrollo que los hombres en la generación mosaico. (4)
¿Cómo afecta esto al púlpito actual? Nuestros sermones siguen estimulando el lado izquierdo del cerebro cuando los jóvenes son más receptivos al derecho. Por ejemplo, nuestra tendencia es a impartir dogmas en lugar de contar historias, marcamos reglas en lugar de permitir la experiencia, alimentamos el lado cognoscitivo más que el afectivo y ponemos énfasis en la institución más que en las relaciones. ¡Haga lo contrario!
Una respuesta creativa a esto es aprender a contar historias y usar el humor. Vea a Dante Gebel que hace ambas cosas. ¿Entiende ahora porqué logra conectar tan eficazmente con los jóvenes en sus mensajes? El mejor ejemplo por supuesto fue Jesús quien usó magistralmente las parábolas para aplicar el mensaje divino a la vida cotidiana. Impulsaba el lado creativo de la gente, y su mensaje contrastaba con las prédicas lógicas, agobiantes y dogmáticas de los fariseos.

Predique la verdad absoluta
Los cuatro puntos anteriores se relacionan con el estilo de su predicación, pero dejé para el final el único punto que toca al fondo más que a la forma; es decir, al mensaje mismo de su predicación. Es la necesidad de que enfatice las verdades absolutas del evangelio.
La cultura posmoderna tiene en el relativismo una de sus columnas básicas. La tendencia actual es que cada cosa es verdad en su propio contexto. “Yo estoy bien, tú estás bien”. Al quitar los valores morales absolutos como fundamento de la cultura, el evangelio pierde su sustento. No hay bien, no hay mal; no hay cielo, no hay infiero; no hay Dios, no hay Diablo. No hay meta-relato, sino una verdad que se construye a partir de las pequeñas historias de cada uno. Entonces, el desafío del púlpito contemporáneo es convencer a una generación relativista de las verdades absolutas de la Biblia. ¿Cómo lo haremos?
Una clave es por supuesto regresar a los fundamentos del evangelio y predicar las verdades centrales que dan sentido a nuestra fe. Sin embargo, para que esto tenga sentido en la mente posmoderna, usted necesita aplicar en forma viva esa Palabra. Necesitamos predicar más allá del dogma y la letra y hacer que el mensaje se encarne aplicando la verdad a las circunstancias de la vida cotidiana. Las historias vivas le ayudarán mucho en esto. Personas que pueden mostrar cómo una verdad transformó un área de su vida.
Un último asunto es que tendremos que aprender a compartir estas verdades absolutas mientras los oyentes preguntan, interpelan, o contradicen. Ya pasó el tiempo en que usted podía golpear con la verdad la receptiva conciencia de sus oyentes, mientras que ellos decían amén a todo. Ahora tendrá que predicar en un diálogo, más que en un monólogo. Más al estilo de Jesús en los evangelios. Él preguntaba, dejaba espacio para el diálogo y la reflexión y luego contestaba con amabilidad a los incrédulos e ignorantes.

Usted puede entender ahora lo alarmante del caso. El púlpito cristiano está en una de las coyunturas más importantes de su historia por la magnitud del cambio cultural. En las manos de miles de ministros está la oportunidad de renovarse para ganar a una generación, o atrincherarse en sus viejos moldes y perder a millones de niños y jóvenes. Ellos no vendrán a escucharle solo porque usted sabe que predica la verdad, necesita mostrar esa verdad de forma tal que resulte relevante a sus mentes. John Stott dijo una vez: “No es difícil ser bíblico, si no te importa ser relevante. Y no es difícil ser relevante, si no te importa ser bíblico. Lo importante es ser bíblico y relevante al mismo tiempo” (5)

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Citas:
(1) Liderazgo Emergente, A.C. es un ministerio cristiano dedicado a impulsar y consolidar Iglesias para los menores de 40 años de la era posmoderna. Para más información visite: http://www.liderazgoemergente.org/ ó liderazgoemergente.blospot.com
(2) Silentes: Hoy son mayores de 65 años. Baby Boomers: Tienen entre 45 y 65 años. Busters ó X: Tienen entre 25 y 45 años. Mosaicos: Son menores de 25 años. Para una descripción más detalla de las generaciones lea el libro del mismo autor: Liderazgo para la Iglesia Emergente. Yireh Ediciones
(3) Hebreos 4:12
(4) Según estudios médicos, las mujeres tienen la tendencia a usar más la creatividad del hemisferio derecho del cerebro, mientras que los hombres tienden más a la razón lógica con el uso izquierdo.
(5) Citado por Howard Hendricks en Rompa los moldes. Editorial Vida