10 diciembre 2007

Aprendiendo de los Reyes Magos


Mateo 2:1-12
Entre todas las personas y circunstancias que suceden alrededor del nacimiento de Jesús, la visita de los sabios procedentes del oriente es una de las más coloridas y que por años hemos visto destacada en los pesebres de navidad con sus camellos, regalos y coronas. Obviamente no deben haber sido ciudadanos común y corrientes para que en su paso por Jerusalén el mismo Herodes solicitara una entrevista con ellos.

Lo más probable es que su equipaje y comitiva vinieran repletas de riquezas y lujos acordes a su cargo y funciones. Sin embargo, lo que más me llama la atención es su acercamiento a Jesús por medio de su ciencia.
Si hacemos una extrapolación a este tiempo, lo más probable es que estos sabios o Reyes Magos como algunas veces se les nombra, serían una especia de astrónomos o científicos que estudian las estrellas. No sabemos si ellos tenían otro tipo de conocimiento específico, pero si se destaca su característica de ser sabios.
La mayoría de las veces en las Iglesias nos sentimos con el monopolio de la verdad y poseedores de las únicas formas y caminos para acercar a la gente a Dios, sin embargo, este capítulo del evangelio de Mateo nos muestra como 3 "paganos" se acercan al salvador por medio de su estudio y de su trabajo. Tengo la convicción que toda persona que se moviliza objetivamente en búsqueda de la verdad y del sentido de la vida, se encontrará en un momento u otro (más temprana o tardíamente, dependiendo de muchos factores) con el Dios cristiano revelado en la Biblia.
Si la misma Biblia en Romanos 1 nos dice que Dios por medio de las cosas creadas se ha revelado a la humanidad ¿porqué no podemos esperar que personas que no tienen un trasfondo religioso se acerquen a Dios por medios naturales o misteriosos que nosotros aún no descubrimos?.
Creo que como cristianos debemos estar atentos a "decodificar" el evangelio al lenguaje de las personas que se están haciendo preguntas en sus ambientes, en sus lugares de trabajo, en sus ciencias e inclusive porque no decirlo en sus sectas o propias herejías. ¿sabemos traducir a nuestra cultura las verdades ineludibles de la revelación divina dadas en la Biblia?
Los sabios de oriente eran extranjeros, recuerden, no eran Judíos, no eran del pueblo que esperaba la promesa del Mesías, pero fueron aquellos que supieron interpretar las señales de los tiempos para ir y postrarse ante el hacedor de todas las cosas.

Tal vez una de las mayores barreras para que las personas actualmente se estén acercando a Dios no es el entenebrecimiento de sus propias conciencias (solamente), sino la oscuridad de nuestra visión como creyentes que nos impide anunciar a los no cristianos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable, con lenguajes libres de religiosidad vacía.

2 comentarios:

  1. Hola Jano! que tal estas?? Soy Marta, de España. No se como llegué a tu blog, pero la verdad que leer esto último que has escrito ha sido para detenerme y reflexionar! como siempre, has sido una bendición.
    Espero saber de ti, que tal te va, que haces y en que estas metido!
    Te quiero mucho amigo, cuidate y muchas bendiciones para los dos!
    Desde Madrid, una brazo.

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  2. ¡Qué bueno es leer este escrito! Que alegría es encontrarme con este pensar cristiano, que tanta luz daría en nuestros días si se masificara.
    No podría estar más de acuerdo. Dios, en su soberanía y en su infinita imaginación, usa las más variadas herramientas para mostrarse al hombre. Qué gran lección hay detrás de la hermosa historia de los reyes magos. Como decía Pablo: "¿quién comprenderá los pensamientos de Dios y quién conocerá sus caminos?". Y lo curioso es que eso se lo está diciendo a los ya creyentes.
    ¡Que grande es Dios!.

    Saludos.
    Muchas bendiciones.

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